wrapper

Historia

cartapuebla.jpegAzpeitia fué fundada como villa en 1310 por el rey de Castilla, Fernando IV, quien inicialmente la bautizó con el nombre de "Garmendia de Iraurgui". Un año más tarde el mismo rey le concedió el nombre de "Salvatierra de Iraurgui", y será en 1397 cuando por primera vez aparezca con el nombre de Azpeitia. Dicho año, se documenta por vez primera el nombre de Azpeitia, "Ayzpeitia" mejor dicho, en documentos de las Juntas Generales celebradas en Getaria. Hasta el s. XVI se simultanean las dos denominaciones para referirse a la villa, así como una tercera, "Urazveitia". 

Junto con Azkoitia, Azpeitia fue un lugar en el cual el feudalismo tuvo gran fuerza en el valle de Iraurgi, así como sede y morada de muchos "jauntxos", jefes de bandos, por lo cual se le prestó gran atención desde los estamentos reales. Los Valles del Urola, Deba y Oria formaron una importante red de comunicaciones, y por dichas vías se dirigió el trazado del camino real. Toda aquella persona que tuviera que desplazarse de Arrasate-Mondragón a Getaria debía forzosamente transitar por dicho camino real.

Las luchas banderizas asolaron de lleno Azpeitia, pues la familia Oñaz tenía su casa solar en ella. Las luchas entre oñacinos y ganboínos llegaron hasta muchos parajes de Loyola en los siglos XIII y XIV. 

El siglo XVI fue una época de crisis
 y transformaciones sociales en Gipuzkoa, al igual que en Azpeitia. Se produjeron muchas machinadas (=revueltas) en la villa, así como muchos cambios. Los siglos XVI y XVII representaron la edad dorada de las ferrerías para Azpeitia, y eran más de 11 las emplazadas en las inmediaciones de Urrestilla. La primera machinada se produjo en 1718, cuando el rey ordenó el traslado de las aduanas del Ebro a la frontera de Biriatu.

Pero la mayor de ellas ocurrió en 1766. El rey Carlos V acordó la liberalización de la compraventa del trigo. Para entonces había ya adoptado varias medidas impopulares respecto al comercio de la carne y otros productos y los vecinos de la villa se rebelaron ante tal medida. Se logró fomar e implantar un ayuntamiento revolucionario, pero la respuesta llegó inmediatamente y cinco días más tarde las tropas llegadas desde San Sebastián detuvieron a los revolucionarios. 

La herencia de las ferrerías es todavía hoy patente en Azpeitia. Las antiguas ferrerías han facilitado su apoyo y fuerza a la actual industria siderúrgica y del metal. Junto con ella, otro de las basess y fundamento de la industria de Azpeitia es el sector de la madera.
Todo esto en lo que se refiere a la historia escrita, ya que los restos arqueológicos descubiertos en Azpeitia y alrededores reflejan claramente que estos parajes sirvieron de hogar al ser humano desde tiempos muy antiguos.